Luce algo temprano para arrancar con las sopas pero el frío manda.

Comenzar la comida con una sopa calienta el cuerpo, sacia el hambre y sienta siempre bien.

Sopa de cebolla pedro lambertini

Comparto este clásico inmortal francés, de mi libro “Al Natural”.

Sopa de cebolla (o “Soupe à l’oignon”)

Comen 6

Ingredientes

  • 5 cebollas comunes
  • 3 cebollas moradas
  • 3 puerros
  • 3 dientes de ajo
  • Tomillo fresco, a gusto
  • 20 g de manteca
  • 2 cdas de aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta, a gusto
  • 1,5 litros de fondo de carne (buen fondo de carne preparado con huesos quemados en el horno, verduras y hierbas)
  • 6 rebanadas de pan de masa madre
  • 200 g de queso semiduro

Procedimiento

Cortar las cebollas, los puerros y los ajos en láminas finas.

Calentar la manteca y el aceite de oliva en una olla, transparentar todo con el tomillo, sal y pimienta. Bajar el fuego y cocinar hasta que adquieran un leve tono dorado. La cocción debe ser lenta para que las cebollas tomen un sabor naturalmente dulce y no se doren rápidamente. Agregar el fondo y cocinar hasta que reduzca. (Ver lambertips). Colocar las rebanadas de pan, cubrirlas con el queso rallado, tomillo fresco, gotas de aceite de oliva y gratinar en el horno.

Servir la sopa junto con las tostadas.

Lambertips

Esta sopa tiene dos secretos: caramelizar lentamente las cebollas y utilizar un buen fondo oscuro de res.

Debe quedar algo espesa con lo cual es lícito espesarla con un poco de “roux” (harina y manteca en partes iguales) ya que es difícil conseguir en cocinas hogareñas el espesor propio de un buen fondo.

Pueden poner el pan en la sopa, mitad adentro mitad afuera, sepultar en queso y gratinar así en horno muy fuerte, tal su presentación original, o hacer las tostadas con el queso aparte.

Ojo con la sal.