Si están, estuvieron o estarán en la playa seguramente no se privaron de buenos mariscos, al menos, una vez.
“Marisco” es un término gastronómico que, a grandes rasgos, abarca moluscos (calamares, chipirones, almejas, mejillones, berberechos, ostras, navajas, vieiras, etc.) y crustáceos (langostinos, camarones, cigalas, bogavantes, etc.).
Lambertips sobre moluscos
- Lo principal es su frescura y, al igual que con los hongos, nunca recogerlos salvajes, sino adquirirlos en lugares seguros. ¡Es muy peligroso!
- Los bivalvos (que tienen dos valvas o conchas), si se consiguen frescos deben estar cerrados. Se deben descartar los que estén abiertos o no se cierren al tocarlos. También deben desecharse los que, después de la cocción, se mantengan cerrados.
- Antes de consumirlos se deben lavar, retirar las barbas y cepillar.
- Me encanta combinar los mariscos con pastas, en salsas de tomate, “a la marinera”, “a la provenzal”, o con legumbres. Las vieiras u ostras gratinadas son golosinas irresistibles. Siempre cocciones muy cortas o muy largas dependiendo el caso. Las cocciones de 15 minutos les hacen mal.
- Partir de ajo picado frito en aceite de oliva, bivalvos y algún chorrito de vino blanco seco es un puntapié inicial para el éxito de cualquier receta con mariscos y, como dice el dicho: “un buen comienzo es más de la mitad del todo”.
Lambertrivia para sacar tema en una fiesta: los que inventaron los emoticones no saben de cocina. Si así fuera, habrían puesto el cangrejo (otro crustáceo), la langosta y el langostino en la sección comidas no en animales porque se vuelven anaranjados cuando están cocidos. En la naturaleza son grises y su carne translúcida. ¿No es sexy?
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